Devorador de amos
Arans, el más prometedor para ocupar el trono, fue traicionado durante la elección por su subordinado más confiable, Volek, y pasó de ser un señor supremo a ser prisionero de Volek. Sin embargo, la traición de Volek fue en realidad el resultado de una hipnosis por parte de alguien con malas intenciones, lo que amplificó sus deseos internos y lo llevó a actuar sin escrúpulos. Pero cuando recuperó la claridad, se dio cuenta de que había herido a la persona que más amaba y la había arrastrado del pedestal. Para recuperar a su amado, comenzó su arduo camino de redención y reconciliación.