Capítulo 1
Episodio 01. La eclosión
—¡Arghh!
Yi Mae, atrapada en un rincón, gritó.
Los otros cuervos estallaron en risas mientras la veían resbalar y golpearse contra la dura roca.
—Debe ser una verdadera idiota. Ni siquiera puede caminar correctamente.
—Lo sé. ¿Cómo llegó a ser tan tonta?
—Incluso tartamudea, ¿no la convierte en una verdadera tonta?
—Qué cuervo para más idiota.
—¿No será porque es mestiza?
—¿Y adónde piensas ir? ¿Al monte Ungosan? Sueñas demasiado.
Los cuervos no tenían intención de ayudarla a levantarse y se fueron dejándola atrás, riéndose entre ellos mientras Yi Mae se tambaleaba para levantarse.
—Duele…
No podía levantarse, se había torcido el tobillo.
Su pie había resbalado porque otro cuervo la había hecho tropezar.
Y fue completamente a propósito. Yi Mae lo sabe.
Todos la odian. Ella es consciente de ello y de las burlas.
Todo porque es el producto de la unión de un humano y una cuervo.
Yi Mae no es una cuervo real.
La madre de Yi Mae se unió a un humano y nació una mestiza.
Originalmente, todos los espíritus, incluidos los cuervos, solo deberían vincularse con otros espíritus.
Por lo general, se escogía una pareja entre las grullas azules, que tenían ocho alas, pero nunca había sucedido una vinculación con un ser humano.
En comparación con los espíritus que viven cientos de años, los espíritus desprecian a los humanos porque viven en promedio 70 años.
Como los humanos no pueden volar, no tienen poderes divinos, no viven mucho tiempo y no tienen otras habilidades, a los ojos de los espíritus, la raza humana no es diferente de las simples bestias que viven en las montañas.
Sin embargo, la madre de Yi Mae se enamoró de un humano al que todos despreciaban, y nació Yi Mae.
Yi Mae fue el hazmerreír desde su nacimiento. Sus alas eran de un color diferente a las de otros cuervos, y su crecimiento fue más lento.
A diferencia de los cuervos comunes, que extienden sus alas y comienzan a volar al mes de nacer, Yi Mae solo aprendió a volar después de un año.
Ella tiene ahora veinte años, pero todavía no puede elevarse correctamente.
Y no puede volar tan alto como otros cuervos.
También carece de poder divino y todo en ella es lento.
Los cuervos de veinte años ya ascienden al cielo, pero Yi Mae no puede dejar su nido en el suelo por su incapacidad de atravesar las nubes.
Por esa razón, Yi Mae siempre fue el hazmerreír de todos.
Todos llamaban a Yi Mae, la “mestiza idiota”.
Porque la consideran inferior.
Y porque es mestiza.
—Duele…
Yi Mae se las arregló para levantarse y cojeó de regreso a la cueva.
Hoy era el día para ir a ver las grullas azules.
Las grullas azules son el objeto de admiración de los cuervos. Estos elegantes seres con ocho alas que brillan en cinco colores son deslumbrantes y hermosos para los cuervos que tienen alas de color negro azabache.
Atraer la atención de una grulla azul y convertirse en su pareja es el mayor honor para los espíritus cuervo.
Las grullas azules no suelen bajar, pero hoy es el día en que descienden al suelo sagrado de la montaña Ungosan; algo que sucede una vez al mes y lo hacen para lavar sus cuerpos.
En la cima de la montaña Ungosan, donde siempre adornan las nubes, hay una fuente termal milagrosa que mana agua caliente durante todo el año.
Los cuervos que quieren atraer la atención de las grullas y convertirse en sus parejas, generalmente se ofrecen voluntariamente para ayudar en el lavado corporal de las grullas en las aguas termales de la montaña.
Esto se debe a que muchos cuervos ya se han convertido en parejas de las grullas azules de esta manera.
Yi Mae nunca ha estado en las aguas termales de la montaña Ungosan.
Solo ha oído hablar de las grullas azules en las historias, pero nunca las ha visto con sus propios ojos. Ella aún no ha visto las ocho alas que se dice que son tan hermosas.
‘Yo también quería ir…’
Pero no puede ir allí cojeando.
Ella podría usar sus alas, pero incluso si pudiera lograr volar hasta la mitad de la montaña, tendría que hacer el resto del trayecto a pie. Una tarea imposible para un tobillo tan adolorido.
Al final, Yi Mae renunció a ir a Ungosan y regresó a la cueva.
—He vuelto.
Al ingresar a la cueva, le habló nada menos que a unos huevos.
Había tres huevos rojos frente a ella.
Los huevos no eran otros que los huevos de Jujak.
Le pertenecían a la deidad guardiana que gobernaba la tierra del sur donde vivía Yi Mae.
Jujak, gobernante supremo de alas rojas ardientes, vivió durante miles de años y dejó huevos para las generaciones posteriores justo antes de entrar en el sueño eterno.
El Jujak anterior dejó tres huevos en total.
Uno de los polluelos nacidos de estos tres huevos se convertiría en la nueva deidad guardiana del sur. El papel de cuidar los huevos de la bestia divina, hasta su eclosión, fue asignado a los cuervos.
Normalmente, los espíritus cuervo protegerían los huevos de deidad con todo su corazón y los harían rodar cada hora para ayudarlos a eclosionar correctamente, pero ahora Yi Mae estaba asumiendo esa tarea por sí sola. Esto se debe a que los otros espíritus cuervo, que tenían que hacer este trabajo en conjunto, se lo habían dejado todo a ella.
Los otros espíritus cuervo que habían dejado todo su trabajo a Yi Mae, quien no podía quejarse sin importar lo duro que fuera el trabajo, estaban ocupados saliendo a divertirse.
Por supuesto, a Yi Mae le gustaba cuidar los huevos.
Los huevos eran tan hermosos y brillantes como joyas.
Son tan grandes que Yi Mae tiene que retorcerse para levantarlos, pero su color rojo no sólo tiene esa coloración.
Cuando la luz cambia sutilmente, los huevos dan la impresión de estar ardiendo.
De estos, el ave más hermosa y misteriosa de las tierras del sur nacerá.
Un verdadero ser divino, completamente diferente de los espíritus o las grullas.
Yi Mae actualmente cuida del huevo, pero cuando el polluelo salga del cascarón, le crezcan sus alas y se eleve al cielo, el ser divino que nazca será alguien a quien Yi Mae ni siquiera podrá mirar.
El cuidar de un ser tan preciado al que ni siquiera se atreverá a admirar, ella está feliz solo por eso.
No, no es solo porque cuide de un ser preciado.
Además de su preciado valor, la pone feliz que este huevo necesite sus cuidados.
Ella siempre ha estado sola.
Su madre, que tuvo una relación con un humano, fue despojada de su estatus espiritual y desterrada a la tierra de los humanos, donde murió como humana. La tierra de los humanos era demasiado dura para que viviera un espíritu de cuervo, y su padre humano era impotente. Había bandidos en la tierra de los humanos, y estos bandidos deambulaban matando a sus semejantes, robando ganado y comida.
Cuando llegaron los bandidos, su madre y su padre murieron intentando protegerla.
Al quedar sola, los amigos de su madre la acogieron, y vivió con humanos hasta los diez años. Después, vivió con cuervos en la tierra de los espíritus.
Mitad humana y mitad espíritu de cuervo, vagó por la tierra de los humanos y no fue bienvenida en el mundo de los cuervos.
No podía integrarse ni aquí ni allá, y tampoco fue bienvenida en algún lugar.
Recuerda que, de joven, era un espectáculo para la gente porque tenía alas en la espalda.
[ —¿Cómo puede una niña humana tener alas?]
Su madre sabía cómo ocultarlas, pero era demasiado pequeña para saberlo, y las alas de cuervo negro azabache que le habían brotado de la espalda desde que nació la hacían:
[—Rara.]
Cuando vivía en el mundo humano, tenía alas y era “rara”; cuando llegó al mundo de los cuervos y no podía hacer buen uso de esas alas, se volvió “rara” de nuevo.
Yi Mae se alegra de que siendo ella alguien que siempre anda por ahí, inútil y estorbando, al menos sea útil para los huevos.
Cosas simples como darles vuelta varias veces al día y cubrirlos con un manto por si se enfrían, con solo hacer estas cosas, al menos es necesaria.
Los huevos son los únicos seres con los que Yi Mae puede hablar con tranquilidad.
Porque son huevos.
Porque aún no han nacido.
Por eso puede decirles cualquier cosa.
—Me lastimé la pierna. Miren, me duele mucho el tobillo.
Puede contarles que se siente sola, que sufre, que lo está pasando mal, que extraña a sus padres.
Cosas que no puede decirle a nadie más, sí se las puede decir a ellos.
—Hoy no pude ir a Ungosan*. Pero no importa. Realmente no quería ver a las grullas. Solo… Solo quería llevarme bien con todos. Pero ellos me odian…
(N/T: *La montaña).
De los tres huevos, hay uno particularmente rojo.
Es el del medio y es más oscuro que los otros dos, y lo más importante, cuando Yi Mae le habla, el huevo cambia de color como si entendiera.
Cuando les comentó esa particularidad a los otros cuervos, todos se rieron de ella.
Se burlaron y la ignoraron, diciendo que no veía bien, pero era cierto.
Cuando Yi Mae hablaba, el huevo del centro cambiaba de color sutilmente, como si respondiera.
Cuando Yi Mae decía algo agradable, se oscurecía, y cuando decía algo triste, se volvía casi negro.
Por supuesto, solo ella podía verlo. Como si fuera una ilusión.
—Me agradas. ¿De qué color serán tus alas? ¿Rojas, supongo? He oído que el Jujak tiene alas de un rojo intenso.
Yi Mae nunca había visto alJujak.
El anterior Jujak había caído en un sueño eterno mucho antes de que Yi Mae llegara aquí.
Por supuesto, incluso si hubiera vivido en ese entonces, se desconoce si habría podido ver al Jujak.
Porque Jujak es un rey y una bestia divina.
Hay bestias divinas en esta tierra. Son diferentes de los espíritus y son seres que conectan el cielo y la tierra. Él gobierna la tierra según la voluntad del cielo, y bendice, protege y gobierna a los seres que viven en ella.
A diferencia de ella, él es amado por todos, es objeto de admiración y, sobre todo, es un ser hermoso y fuerte.
Ese ser está ahora dentro de cualquiera de los huevos.
Y recibe sus cuidados.
—Cuando despiertes, volarás, ¿cierto? Entonces no te volveré a ver. Podría extrañarte mucho.
Yi Mae golpeó el huevo con las yemas de los dedos.
El color del huevo cambió.
—¿Te sientes bien? Te has vuelto rojo brillante.
Yi Mae sonrió levemente al ver que el color del huevo cambiaba.
Su estado de ánimo deprimido mejoró un poco al ver que el huevo se volvía de un color brillante.
—Tengo un corazón extraño. Aunque deseo que despiertes rápido, también espero que te tardes un poco. Quiero verte pronto, pero eso significaría una pronta separación…
Yi Mae apoyó la barbilla en el huevo y bajó la cabeza. Su tobillo aún palpitaba.
—Mis alas son inútiles. ¿De qué sirven las alas si no puedo volar? Pero las tuyas deben ser grandes y hermosas. Qué hermosamente volarás en el cielo… Yo también quisiera volar así…
Yi Mae no puede volar bien.
Porque es mestiza.
Sus alas no son lo suficientemente fuertes como para permitirle un vuelo alto.
Incluso si vuela, solo podrá hacerlo por encima de los árboles, y no podrá aguantar por mucho tiempo.
Por eso siempre siente envidia cuando ve a sus pares volar libremente en el cielo.
—Si pudiera volar bien… Si pudiera hacerlo libremente como los otros, me gustaría ir a donde solía vivir. Donde vivía con mi mamá y mi papá. Ojalá pudiera visitar sus tumbas… Pero no puedo.
Los ojos de Yi Mae, que miraban el huevo con la cabeza apoyada en el brazo, se humedecieron.
—¿Te convertirás en alguien grandioso, cierto?
Hay tres huevos en total. Tres eclosionarán en el nido del Jujak, pero nadie sabe qué polluelo se convertirá en el rey del sur.
—Si uno llega a ser el Rey del Sur, ¿qué pasará con los otros?
Se preguntó Yi Mae de repente.
El Jujak anterior era uno solo.
En cada época, solo había un Jujak.
Pero hay tres huevos que están siendo cuidados actualmente.
Solo uno de estos polluelos puede convertirse en el Rey del Sur.
Si eso sucede, ¿qué pasará con los otros dos?
—No debería ser la única que te quiera… Pero aun así quiero que te vaya bien. Que todos te quieran…
Aunque este huevo no se convierta en el Rey del Sur, todos lo querrán, aún así quiere que el polluelo nacido de este huevo tan bonito se convierta en el Rey del Sur.
Entonces, ¿no podría decirle a sus descendientes: “El Jujak del Sur nació de un huevo que yo cuidaba”?
—Quiero verte. Quiero ver tus lindas alas…
Yi Mae cerró los ojos, acariciando el huevo rojo con la mano. La superficie del huevo que su palma acariciaba brillaba con un rojo intenso y brillante.
Era una luz extraña y hermosa.
***
Holiis, soy la traductora. Si les gusta la novela, pueden dejar un comentario 🙂 Trataré de traerles más capítulos el próximo domingo (los días que actualizaré).